¿Conoces el porqué comemos turrón por Navidad?
Hoy en día, una Navidad sin turrón no la vemos posible. Pero, sabemos los orígenes de esta antigua tradición?
Según cuenta la tradición, en los tiempos que apareció el turrón, el rey contrajo matrimonio con una princesa escandinava, quien dejó su país para irse hasta Jijona.
Al verla tan decaída, el rey tuvo una ingeniosa idea. Se le ocurrió plantar almendros por todos sus territorios, así cada vez que las flores blancas del sembrado aparecían, la princesa se sentía muy cómoda y ya no echaba de menos su país, recuperó su felicidad y los habitantes del lugar empezaron a recoger los frutos de los árboles para dar inicio a la preparación de los turrones.
De acuerdo a las documentaciones históricas, el turrón llegó a España de la mano de los árabes, pues la miel y las almendras eran usadas en Al-Ándalus para la elaboración de diferentes dulces. También se dice que nació a raíz de una búsqueda por encontrar un alimento que durara mucho tiempo y brindara energía.
En el libro Conduchos de Navidad, de Antonio Martínez, quien fue cocinero del Rey Felipe II, se indica que el turrón alcanzó la fama en nuestro territorio alrededor del siglo XV y era un dulce que sólo era consumido por familias pudientes.
¿Por qué lo comemos sólo en Navidad?
El turrón, que nunca falta en la cesta de Navidad, tiene varias versiones sobre su especial consumo en los últimos meses de cada año. Algunos dicen que este dulce, en la antigüedad, era muy caro y su preparación era muy trabajosa, por lo que la gente sólo se atrevía a adquirirlo en un día bastante especial, como es la Noche Buena.
Sin embargo, existe la versión de que el turrón se come sólo en Navidad porque su elaboración coincidía con la llegada del otoño, cuando los agricultores dejaban los campos para dedicarse a prepararlos.
Sin duda, el turrón no es un solo dulce, es una entrañable tradición que se mantiene de generación en generación y llena de alegría la Navidad.